2.1%. Inflación de septiembre: leve alivio estadístico, fuerte impacto en servicios básicos
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este martes que la inflación de septiembre fue del 2,1% a nivel nacional. Si bien el número se mantiene dentro de las expectativas oficiales, el alza en servicios clave como vivienda, electricidad y educación golpea con fuerza a la clase media y deja en evidencia una contradicción creciente: el ajuste fiscal ordena las cuentas públicas, pero no el bolsillo de los argentinos.
El dato representa una aceleración respecto de agosto y lleva el acumulado de los primeros nueve meses de 2025 a un 22%. En términos interanuales, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepa al 31,8%.

Tarifas y alquileres lideran el alza
La división “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” encabezó el aumento mensual con un 3,1%, impulsada principalmente por los ajustes en las tarifas de servicios públicos. El rubro “Educación” también mostró un incremento superior al promedio, en medio del inicio del último trimestre escolar y actualizaciones en cuotas de colegios privados.
En contraste, el segmento “Restaurantes y hoteles” apenas subió un 1,1%, lo que sugiere una caída en el consumo de servicios recreativos y turísticos. Similar fue la dinámica de “Recreación y cultura”, con apenas 1,3%, reafirmando que las actividades no esenciales son las más postergadas por las familias.
El NEA por debajo del promedio, pero con presiones internas
La región del Noreste argentino (NEA) —que incluye a Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco— registró una inflación inferior al promedio nacional: 1,8%. Sin embargo, algunos rubros mostraron fuertes aumentos, como “Vivienda y servicios básicos” (2,7%), “Transporte” (2,6%) y “Prendas de vestir y calzado” (2,5%).
Estos datos confirman que, a pesar de una desaceleración general, los aumentos se concentran en áreas esenciales, por lo que el impacto real en los hogares de la región sigue siendo significativo.
En Posadas, capital de Misiones, la tasa de desocupación se mantiene en 4,3%, por debajo del promedio regional del 6,7%. Aun así, persisten altos niveles de empleo informal y salarios rezagados frente al costo de vida.
Consumo en caída y poder adquisitivo erosionado
El comportamiento de precios en sectores como gastronomía y entretenimiento refleja la contracción del consumo en sectores medios. La canasta de alimentos y bebidas no alcohólicas —clave para la medición del IPC— fue nuevamente la de mayor incidencia en casi todas las regiones, con excepción de la Patagonia, donde se destacó el rubro Transporte.
“Lo que muestran estos datos es que, si bien la inflación mensual parece controlada, el efecto sobre los ingresos reales sigue siendo muy fuerte”, explicó Florencia Iragui, economista de LCG. “Hay una estabilidad nominal que no se traduce en alivio real para los hogares.”
El dilema del “orden fiscal”
Desde el gobierno nacional se celebra que la inflación se mantenga por debajo del 3% por tercer mes consecutivo. Sin embargo, el costo social del ajuste —centrado en el recorte de subsidios y la liberalización parcial de precios regulados— comienza a reflejarse con más crudeza en los indicadores de consumo y calidad de vida.
Para el ministro de Economía, Luis Caputo, el “orden fiscal” es la piedra angular del plan económico. Pero en la calle, el relato es distinto: suben las tarifas, los alquileres, el boleto del transporte y los alimentos frescos, mientras los salarios siguen corriendo de atrás.
El interrogante es cuánto tiempo más podrá sostenerse esta brecha entre el relato macroeconómico y la realidad cotidiana de millones de argentinos.
