4 preguntas antes de usarla usar una IA
La inteligencia artificial ya está integrada a la vida de una gran porción de la población. De una u otra forma, ChatGPT, o la IA de WhatsApp, o la respuesta de numerosas plataformas de inteligencia artificial están siendo utilizadas. Y los gigantes de la industria siguen desarrollando más y más herramientas que prometen potenciar la integración de este sistema a la cotidianidad de todos.
Ante este panorama, la científica de la informática canadiense Sasha Luccioni, jefa en asuntos filantrópicos climáticos de Hugging Face, una empresa emergente global que trabaja con modelos de IA de código abierto alerta sobre algunos conceptos relacionados al uso de la IA en una entrevista brindada a la BBC. «Veo la IA como un amplificador -tanto de lo bueno como de lo malo de la humanidad- pero necesitamos asegurarnos de que mantendremos el control» sostiene mientras sugiere 4 simples preguntas que deberíamos hacernos antes de abrir una AI e interactuar con ella.
¿Cuál es la mejor herramienta de IA para tus necesidades?
«Algunas veces optamos por las herramientas más populares de IA porque las conocemos y pueden hacer muchas cosas, pero frecuentemente también hay otras que tienen el propósito de hacer tareas específicas, como contestar preguntas científicas, que podrían hacer un mejor trabajo». Todo el tiempo se están lanzando más aplicaciones, individualizadas para una variedad de necesidades, grandes y pequeñas.
¿Se puede confiar en las respuestas de la IA?
«Los modelos de IA pueden inventarse cosas que no existen, tan sólo porque suenan verosímiles. Eso puede generar muchos problemas cuando las usas para el trabajo o la escuela», señala. Para evitar eso, recomienda revisar siempre los resultados de los sistemas de IA. «Relee en detalle y piensa críticamente sobre lo que están diciendo y si tiene sentido. La IA puede sonar segura de sí misma y todavía estar errada».
¿Qué información estoy compartiendo?
Los sistemas de IA funcionan en torno a la recopilación de enormes cantidades de datos y los usan para entrenar el modelo. Esto significa que la información que metes, ya sea una foto o texto, puede ser almacenada, analizada y usada por el sistema para influir las respuestas futuras. Cada plataforma tiene su propia política de privacidad, así que cerciórate de sus condiciones antes de usarla. «Si son datos personales o sensibles o simplemente embarazosos, no los introduzcas en el modelo de IA porque podrían terminar en internet», añade Luccioni.
Finalmente sugiere preguntarse: ¿Realmente necesito IA?
Utiliza la IA como una herramienta, no como un sustituto de tu cerebro, aconseja Luccioni. «Considera si esta es una tarea que podrías hacer independientemente, o usando otras herramientas idóneas, como una calculadora para problemas matemáticos complejos». También recomienda usar a las personas en nuestro alrededor para ayudarnos con asuntos éticos y personales. «La IA no puede tomar decisiones basadas en los valores humanos como qué es el bien, qué es el mal, qué es ético en una situación en particular, y no deberíamos dejarla tomar ese tipo de decisiones», advierte.
Así, con estas simples 4 preguntas podemos pararnos de forma distinta frente a la IA, entendiendo que siempre el control, las decisiones y las responsabilidades están siempre del lado del usuario.