Diputados aprobó un proyecto que limita los DNU, pero deberá volver al Senado por cambios clave
El oficialismo logró dilatar el proceso legislativo y un eventual veto presidencial quedará para después de las elecciones. Se rechazó el artículo que imponía un plazo de 90 días para tratar los decretos.

La batalla legislativa por los decretos
En una sesión marcada por intensos cruces políticos y estrategias cruzadas, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles un proyecto de ley que establece límites más estrictos al uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Poder Ejecutivo. Sin embargo, un artículo clave fue rechazado durante la votación en particular, lo que obliga a que el proyecto vuelva al Senado para su revisión.
Una victoria parcial para los libertarios
El oficialismo logró evitar una derrota total al impedir la aprobación del artículo 3 del proyecto, que establecía un plazo de 90 días corridos para que el Congreso se pronunciara sobre la validez de los DNU. Ese artículo cayó por apenas dos votos, obteniendo 127 positivos sobre los 129 necesarios.
La decisión de Diputados representa una victoria parcial para La Libertad Avanza, que celebra que la discusión se haya extendido más allá del calendario electoral. Esto dilata también un eventual veto presidencial, que ahora se produciría recién después de las elecciones del 26 de octubre.
El artículo de la discordia
El artículo 3 fue el gran punto de inflexión. Establecía que si en 90 días el Congreso no trataba un DNU, este caducaría automáticamente. Fue rechazado gracias a una compleja ingeniería parlamentaria: abstenciones de diputados de la Coalición Cívica, votos negativos del PRO, Coherencia y el MID, y una ausencia clave de Tanya Bertoldi (UxP).
Sin ese artículo, se elimina la caducidad automática por inacción legislativa, algo que el oficialismo consideraba esencial para preservar la maniobrabilidad del Ejecutivo en minoría.
Qué cambia la ley
El proyecto modifica la ley 26.122 —vigente desde 2006 y promovida por Cristina Fernández de Kirchner— e introduce un nuevo esquema: para que un DNU sea válido, deberá ser aprobado por ambas cámaras del Congreso. Actualmente, basta con que una sola lo apruebe.
Además, impone que cada decreto trate un único tema, eliminando la posibilidad de decretos “ómnibus” como el 70/23 de Javier Milei, que abarcaba múltiples áreas en una sola norma.
Reacciones cruzadas
Desde el oficialismo, el diputado Álvaro Martínez denunció que el objetivo es “inmovilizar al Poder Ejecutivo” y acusó al peronismo de “oportunismo político”. En la misma línea, Damián Arabia (PRO) señaló que el kirchnerismo sobreutilizó los DNU cuando tuvo mayoría parlamentaria y que ahora busca restringir esa herramienta porque está en la oposición.
Desde la oposición, Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) fue tajante: “Los DNU han sido la herramienta más destructiva para la libertad que hoy algunos dicen defender. Si no ponemos un límite, esto será un estado de excepción permanente”.
Por su parte, Martín Tetaz (UCR) reconoció que la ley actual “es mala”, pero propuso discutir una reforma recién a fines de 2026, para que entre en vigencia con el próximo gobierno.
Próximo paso: el Senado y la posibilidad de veto
Como hubo cambios en Diputados, el proyecto deberá regresar al Senado, que podrá aceptar las modificaciones o insistir con el texto original. En la Casa Rosada siguen de cerca la jugada: si se aprueba sin cambios, Milei podría vetar la ley, algo que ya anticipó como posible.
No obstante, en el oficialismo apuestan a que el receso electoral permita descomprimir tensiones y retomar el diálogo con gobernadores y ex aliados tras los comicios.
La reforma del régimen de DNU es, en los hechos, una amenaza directa a la estrategia de gobierno por decreto que impulsó Milei en sus primeros meses. De confirmarse su aprobación, marcaría un giro estructural en el equilibrio de poderes y el rol del Congreso como contrapeso real.
