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Durian, Kirchner y Beck, raíces de Eldorado

Federico Durian, Jorge Kirchner y Pedro Beck, inmigrantes europeos que llegaron a Misiones en las primeras décadas del siglo XX, dejaron una huella profunda en Eldorado. Sus trayectorias en la agricultura, la educación y el cooperativismo explican parte de la identidad de la ciudad.

Colonización y diversidad en Eldorado

La fundación de Eldorado en 1919 abrió un proceso de colonización marcado por la llegada de inmigrantes europeos. Los registros municipales y los testimonios de la época dan cuenta de la diversidad de nacionalidades que se asentaron en la zona: alemanes, daneses, suizos y austríacos. En ese marco se inscriben tres figuras claves que, desde distintos ámbitos, contribuyeron al desarrollo local: Federico Durian, Jorge Kirchner y Pedro Kristensen Beck.

Federico Durian: el esfuerzo familiar y la agricultura

Federico Durian nació en Wiondenberg, Alemania en 1863. En 1913 emigró a Brasil junto a su esposa María Gots y sus once hijos (Otto, Pablo, Ricardo, Germán, Teófilo, Alfredo, Paulina, Elisa, María, Ana y Lina). El paso siguiente fue Misiones: en 1919 se radicó en Montecarlo, donde trabajó la tierra y construyó una chacra. Según el testimonio de su hija Lina, recogido en entrevistas orales, la familia enfrentó duras condiciones sanitarias. “El chucho —como llamaban al paludismo— se llevó a mi madre cuando apenas llevábamos dos años en Montecarlo”.

Tras esa pérdida, la familia se trasladó a Eldorado. Durian diversificó sus cultivos y se vinculó con la familia Schwelm, ligada a los orígenes de la colonia. Falleció el 15 de octubre de 1931 en un hospital de Buenos Aires. El linaje continuó en la región a través de sus hijos, entre ellos Lina, que aportó valiosos relatos sobre la vida pionera en la selva misionera.

Lina recuerda que Julio Adolfo Schwelm llegó con su lancha hasta Montecarlo para ofrecerle a su padre que comprara tierras en Eldorado; fueron 100 hectáreas, en el actual km 5, tierras que debieron desmontar para poder cultivar y criar animales. Así mismo el empresario, además de garantizarles el acceso a la tierra a precio accesible y el asentamiento en un pueblo que contaba con servicios básicos, los incluía a un circuito laboral mayor, de modo que los agricultores sin recursos, trabajaban en chacras ajenas y volteando el monte para construir sus viviendas; a fin de cubrir los gastos por la compra del terreno propio y la sobrevivencia diaria.

El vínculo con la familia Schwelm, destaca Lina en una entrevista, cuando “La señora Elena de Schwelm me llevó a trabajar a su casa, donde realizaba las tareas domésticas […] No teníamos trato con el Sr. Schwelm solo era con la Señora Elena. El recibía a distintas personas para venderles tierras. Recuerdo que la familia solía viajar cada tanto a Buenos Aires”.

Un hito que involucra a la familia Durian es el hecho de ser protagonistas del primer casamiento celebrado en Eldorado cuando Elisa Durian se casó con Erwin Zaiser el día 1 de septiembre de 1923. Además se puede destacar que María Durian casada con Hugo Goldmann tenían el Hotel Coembotá, donde en la actualidad funciona la Escuela Técnica Nº6. Así como la pista de baile en el Km. 5, propiedad de Federico Durian, donde cada sábado había baile y tocaba la única orquesta que había y fue la primera pista de baile que hubo en la Colonia. Por otro lado, recuerda Lina, que su primer esposo, Roberto Sther, tuvo la primera panadería con una máquina para hacer pan, y llevaba el pan todos los días hasta el Km. 24.

La memoria de Federico Durian perdura en la nomenclatura de la calle Pionero Durian se encuentra en el Km 5, en su homónimo Barrio Pionero Durian.

Jorge Kirchner: maestro, agricultor y empresario cultural

Jorge Kirchner nació en Alemania en 1890. Casado con Hedwig Tschudi, tuvo cuatro hijos: Sigfrido, Helmut, Érica e Irene. Se graduó como maestro en su país y emigró en 1913 a Chile. En 1920 se trasladó a la Patagonia argentina, donde trabajó en la cría de ovejas. Cuatro años después llegó a Eldorado, donde combinó agricultura (plantando yerba mate, tung y citrus) y docencia.

Fue el primer maestro de la Escuela Luterana de Eldorado, donde enseñó ad honorem. “Kirchner fue el primer maestro de la Escuela Luterana en Eldorado, donde también tenía dos cines”, registró el investigador H. Tschumi en 1948, en un informe sobre los colonos alemanes. Su emprendimiento cultural fue singular: los dos cines que administraba ofrecían a la colonia un espacio de encuentro social y entretenimiento, en una época donde las actividades comunitarias eran escasas. Además fue socio de la Cooperativa y de la A.R.Y.A.

La presencia de su nombre permanece en la ciudad: la calle Pionero Jorge Kirchner, en el kilómetro 5, recuerda su aporte a la educación y a la vida cultural de Eldorado.

Pedro Kristensen Beck: cooperativismo y comunidad danesa

Pedro Kristensen Beck nació en Dinamarca en 1901. Llegó a la Argentina en 1919 y se estableció en Eldorado en 1921, siendo uno de los primeros colonos daneses. En 1926 contrajo matrimonio con Inger Møller, en el primer casamiento de la colectividad danesa de la ciudad. La pareja tuvo cuatro hijos: Cristian, Carmen, Rita y Roberto.

Beck cultivó yerba mate, tung y cítricos, pero su mayor legado fue institucional. Fue presidente del Club Danés “La Esperanza” y un activo impulsor del cooperativismo. Ocupó la vicepresidencia de la Cooperativa Agrícola de Eldorado entre 1938 y 1942, y la presidencia en dos períodos: 1942-1946 y 1956-1960. Un perfil publicado en la época lo describía como “decidido protector y colaborador de cuantos recurren a su autorizado consejo, siempre eficaz y desinteresado”.

Su papel fue tan relevante que se lo recuerda como el “padre de los daneses de Eldorado”, símbolo de una colectividad que encontró en el cooperativismo una herramienta de integración y progreso. La calle Pionero Pedro Beck, en el kilómetro 10, rinde homenaje a su figura.

Pioneros, colectividades y memoria urbana

La memoria urbana de Eldorado conserva los nombres de estos pioneros en sus calles. Durian simboliza el sacrificio de las familias colonas; Kirchner, la vocación docente y cultural; Beck, la organización cooperativa y la fortaleza comunitaria. Sus historias muestran cómo la inmigración alemana y danesa aportó distintos pilares al desarrollo local: la agricultura, la educación y la vida asociativa.

Más allá de sus orígenes y trayectorias individuales, comparten un denominador común: la capacidad de adaptación y la voluntad de construir comunidad en un territorio inhóspito. Sus nombres, hoy incorporados al trazado urbano, son recordatorios de la diversidad de raíces que sostienen la identidad de Eldorado.

La historia de Eldorado no se explica sólo desde los planos de la colonización oficial o la expansión agrícola. También se narra en los relatos de quienes, como Durian, Kirchner y Beck, levantaron chacras, escuelas, clubes y cooperativas. Sus huellas invitan a reflexionar sobre la vigencia de valores como el trabajo colectivo, la educación comunitaria y la solidaridad, que todavía marcan la vida de la ciudad.

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