Urbanismo y Medio Ambiente

El lado oculto de la IA: cada consulta e imagen consumen litros de agua

El auge de la inteligencia artificial (IA) ha traído consigo un incremento significativo en el consumo de agua, especialmente en los centros de datos responsables de su funcionamiento.

Los centros donde se alojan los grandes servidores de inteligencia artificial, como por ejemplo el conocido CHATGPT, requieren sistemas de refrigeración que utilizan grandes volúmenes de agua para mantener las temperaturas adecuadas de los servidores. Por ejemplo, se estima que cada imagen generada por IA puede consumir entre 2 y 5 litros de agua, según datos recopilados por la Cadena SER. ​

Este consumo se debe a la necesidad de enfriar los servidores que procesan las operaciones de IA. Además, una sola consulta en ChatGPT puede consumir tres veces más energía que una búsqueda en Google, y entre 10 y 50 consultas requieren aproximadamente dos litros de agua potable. Este uso de agua potable, además, no suele ser reutilizable.

Ante esta situación, expertos y organizaciones medioambientales han expresado su preocupación por el impacto ecológico de la IA. María Prado, de Greenpeace, señala que la informática representa hasta el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y cada acción en la red deja una huella de CO₂. La falta de regulación y transparencia en el uso de recursos por parte de las grandes empresas tecnológicas agrava el problema, resaltando la necesidad de establecer normativas que promuevan un uso más sostenible de la tecnología.

Fuente: Cadena SER

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