El pollo se vuelve la carne más consumida en Argentina
Por primera vez, el consumo per cápita de pollo alcanzó los 47 kg anuales, superando a la carne vacuna. La elección de este corte responde a la restricción económica, pero también genera interrogantes sobre sus efectos en el sector y el acceso alimentario.
Según datos del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), durante los primeros meses de 2025 el consumo de pollo en Argentina alcanzó los 47 kilos anuales por persona, superando al de carne vacuna por primera vez en la historia.
Detrás de este cambio de hábitos no hay una revolución gastronómica, sino una realidad económica cada vez más dura. El pollo se impone como una opción más accesible frente a los precios de la carne vacuna, cuyo consumo cayó a niveles históricos. Siendo más accesible para los hogares familiares.
El fenómeno también refleja un problema más profundo. Mientras el consumo total de proteínas animales se mantiene en torno a los 115 kilos anuales por habitante, la composición de esa dieta se modifica en favor de las carnes más baratas. Lo que antes era sinónimo de variedad, hoy se reduce a lo indispensable.
Desde el sector avícola señalan que el aumento del consumo interno no garantiza un crecimiento sostenible. Los productores enfrentan dificultades para cubrir sus costos y advierten que, sin una mayor rentabilidad o acceso a nuevos mercados de exportación, la actividad podría estancarse.
El pollo no solo reemplaza a la vaca en la mesa: La dieta popular se adapta a la economía del bolsillo, pero deja en evidencia cómo se achica el margen de elección en las góndolas.