Eldorado: la ciudad fundada como empresa agrícola en 1919
En septiembre de 1919, Adolfo Julio Schwelm desembarcó en el Paraná con un grupo de colonos europeos y fundó la colonia Eldorado. Lo hizo bajo un modelo urbano alemán inusual en la Argentina.

Una fundación privada y simbólica
El 29 de septiembre de 1919, Adolfo Julio Schwelm, empresario argentino de origen alemán, fundó la colonia Eldorado sobre las barrancas del Paraná. El desembarco no fue casual: se produjo en el día de San Miguel Arcángel, patrono de Alemania. Según Elizabeth Jelin, socióloga e investigadora social argentina, “la fecha de llegada fue cuidadosamente elegida” y significó el inicio de un asentamiento que buscó atraer inmigrantes bajo un ideario de prosperidad.
A diferencia de otros pueblos misioneros, Eldorado no surgió de una reducción jesuítica ni de un decreto oficial. Fue un proyecto privado, con fines agrícolas y comerciales, pensado para recibir colonos europeos en un territorio fértil y escasamente poblado. El historiador Alfredo Poenitz recuerda que “la fundación oficial de Eldorado se concretó el 29 de septiembre de 1919”, en el marco de un plan de colonización sostenido por capitales individuales.
El modelo “Waldhufendorf” en Misiones
La organización espacial de Eldorado rompió con la tradición urbana hispanoamericana. La colonia se estructuró siguiendo el modelo Waldhufendorf, de origen alemán: una calle central, la Picada Maestra (hoy Avenida San Martín), de la que se extendían chacras rectangulares. Este trazado lineal, analizado por la geógrafa Elida Arenhardt en sus estudios sobre la ciudad, muestra cómo la planificación agrícola y la distribución de tierras fueron más importantes que la plaza central o la iglesia, símbolos habituales de otras fundaciones.
La singularidad del modelo urbano se refleja hasta hoy. Eldorado se identifica por “kilómetros” —Km 1, Km 2, Km 3—, en lugar de nombres de barrios. Este sistema, adoptado en la década de 1920, todavía estructura la vida cotidiana y la orientación espacial de la ciudad.

Colonización y memoria
Schwelm construyó en el Km 1 la llamada Casa del Fundador, residencia que funcionó como centro administrativo de la colonia y que hoy es museo municipal. Los primeros colonos —alemanes, suizos, polacos, daneses y ucranianos— desembarcaron por el Puerto Eldorado, punto de ingreso obligado en una región donde los caminos eran casi inexistentes.
Según la historiadora María Cecilia Gallero, “a fines de 1919 se concretaron dos proyectos colonizadores de gran envergadura en nuestro país. Uno fue liderado por Adolfo Schwelm con la fundación de Eldorado”. Ese impulso privado definió la identidad de la ciudad, que desde el inicio combinó actividad agrícola, inmigración europea y una trama urbana distinta a la de otros pueblos misioneros.
Una reflexión sobre la fundación
Eldorado nació de un gesto empresarial más que de un acto político o religioso. Su origen privado, el peso simbólico de la fecha, el modelo alemán de organización y la llegada de colonos por el río Paraná componen un caso singular en la historia argentina de fundaciones urbanas.
A más de un siglo de aquel desembarco, la ciudad sigue recordando que fue pensada como un espacio de trabajo y de futuro. Ese legado invita a reflexionar sobre cómo los proyectos de colonización dejaron huellas en la geografía, en la memoria colectiva y en la manera de habitar el territorio.