Fusión histórica en el sector alimentario: nace un gigante global de origen brasileño.
Marfrig y BRF anunciaron su fusión total y nace MBRF Global Foods Company, un gigante alimentario con presencia en más de 100 países.
Por Redacción | Economía | 20 de mayo de 2025
En un movimiento que sacudió al mercado global de alimentos, las compañías brasileñas Marfrig y BRF anunciaron este lunes la concreción de su fusión total. La operación, considerada un hito para la industria alimentaria, dará origen a MBRF Global Foods Company, una nueva empresa que competirá directamente con gigantes como JBS y se posicionará como uno de los mayores conglomerados de proteínas del mundo.
La transacción fue confirmada por ambas compañías y será formalizada a través de un canje de acciones. Marfrig, que ya poseía el 50,49% del paquete accionario de BRF, comprará el 49,51% restante. Por cada acción de BRF, sus accionistas recibirán 0,8521 acciones de Marfrig.
La operación está valuada en unos 17.000 millones de reales (aproximadamente 3.000 millones de dólares), y consolidará una facturación anual estimada en 152.000 millones de reales (alrededor de 26.750 millones de dólares). Un 38% de esos ingresos provendrá de productos procesados de alto valor agregado.
Expansión, sinergias y nueva estrategia
La nueva MBRF Global Foods Company no solo consolidará su liderazgo en Brasil, sino que tendrá un peso relevante a nivel internacional gracias a la integración de National Beef, la filial estadounidense de Marfrig. Con presencia en más de 100 países, el conglomerado se enfocará en carnes vacunas, aviares y alimentos industrializados, potenciando así su capacidad productiva, logística y comercial.
Los directivos proyectan sinergias anuales por más de 800 millones de reales, especialmente en reducción de costos operativos y mejoras en la cadena de suministro. Se espera que unos 500 millones de reales puedan materializarse ya en el primer año de integración.
El acuerdo deberá ser aprobado en las asambleas extraordinarias de accionistas de ambas empresas, previstas para el próximo 18 de junio. Si se ratifica, la fusión se concretará antes de fin de año, en lo que se considera la mayor integración industrial en la historia reciente del agronegocio latinoamericano.
¿Un nuevo actor dominante?
Con esta fusión, Marfrig y BRF, históricamente competidores en el mercado brasileño, apuestan por la escala y la diversificación para ganar terreno en un sector cada vez más concentrado y competitivo. Mientras que BRF es conocida por sus marcas Sadia y Perdigão y su presencia en el mercado de alimentos procesados, Marfrig se ha destacado como uno de los mayores exportadores mundiales de carne vacuna.
La creación de MBRF Global Foods Company marca también un cambio estratégico hacia productos de mayor valor agregado, con mayor penetración en cadenas de retail internacionales, mayor capacidad de negociación y potencial para innovación en nuevas líneas de alimentos.
El sector sigue de cerca los pasos de esta fusión, que no solo reconfigura el mapa empresarial regional, sino que podría desencadenar una nueva ola de consolidaciones en la industria alimentaria global.
¿Qué impacto podría tener para la Argentina esta fusión?
Para la Argentina, este movimiento implica desafíos y oportunidades en un contexto regional cada vez más competitivo.
- Mayor competencia externa: La nueva empresa consolidará operaciones con fuerte presencia internacional, lo que presiona a los exportadores argentinos de carne y alimentos procesados a mejorar eficiencia y diferenciación para sostener o ampliar mercados.
- Reconfiguración del poder regional: Brasil refuerza su rol de potencia agroindustrial en América Latina, lo que puede debilitar el posicionamiento estratégico argentino en negociaciones internacionales y cadenas de valor.
- Posibles oportunidades locales: La eventual expansión de MBRF hacia el sur podría abrir puertas para proveedores, industrias asociadas y generación de empleo si deciden operar en territorio argentino bajo esquemas de asociación o inversión.
- Advertencia estructural: Esta fusión subraya la necesidad de que Argentina fortalezca su competitividad sistémica —especialmente en logística, carga tributaria e innovación agroindustrial— para no quedar relegada en un mercado global concentrado.
La Argentina debe observar este hecho no solo como una amenaza competitiva, sino también como una señal para revisar sus políticas sectoriales, incentivar la inversión privada y construir una estrategia exportadora moderna que permita sostener su protagonismo en el mercado alimentario mundial.