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Ganadería argentina. La venta digital redefine el negocio ganadero

El histórico modelo de comercialización ganadera en Argentina, anclado en ferias y remates, está siendo superado por la eficiencia de las plataformas digitales. Productores y grandes compradores migran a la compra-venta online, redefiniendo costos, márgenes y la misma lógica de un sector clave para la economía nacional.

Lo que durante décadas se sellaba con el martillo en un remate tradicional, hoy se concreta con un clic desde un celular. La ganadería argentina atraviesa una profunda transformación digital, donde frigoríficos, supermercados y productores están adoptando modelos online para la compra y venta de animales. Esta nueva realidad está reordenando por completo la estructura de costos y los márgenes de operación, consolidando un esquema con menor intermediación y menores gastos logísticos. Plataformas como deCampoaCampo emergen como actores centrales de este cambio, reflejando un pulso de mercado que ha dejado de ver lo digital como una promesa lejana para entenderlo como el presente ineludible.

El impacto de esta migración digital es tangible, especialmente para los productores:

Atrás quedaron las ataduras a la feria física con sus gastos y plazos extensos; ahora, el ganadero puede decidir cuándo y cómo vender, fijar sus propios precios y condiciones comerciales, e incluso gestionar toda la documentación sin moverse de su campo. La eficiencia y la transparencia se han disparado, con herramientas como deCampoPagos que permiten disponer del dinero de forma inmediata, rompiendo con los largos tiempos de cobro que históricamente afectaron el capital de trabajo del sector. Con más de 40.000 cabezas comercializadas mensualmente y 150.000 usuarios activos, el volumen de operaciones online es una clara señal de que el campo está asumiendo el control de sus transacciones.

Si bien la digitalización promete una ganadería más eficiente y transparente, con un productor empoderado por la tecnología, este cambio profundo no está exento de desafíos y redefiniciones. La reducción de la intermediación y la concentración de operaciones en plataformas digitales, aunque bajan costos, también plantean interrogantes sobre el futuro de los actores tradicionales del mercado y la accesibilidad para todos los tamaños de productores. ¿Esta revolución online democratiza realmente el acceso o genera nuevas dependencias? Es una fotografía de un agro que evoluciona, triplicando las soluciones digitales en los últimos cinco años, pero que exige un análisis constante sobre cómo este control en la palma de la mano se traduce en un beneficio equitativo para todo el ecosistema ganadero.

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