Política

IMPUNIDAD. Los misioneros NO aprendimos nada.

El voto de los senadores misioneros fue decisivo para frenar la Ley de Ficha Limpia en el Senado argentino. El giro sorpresivo de su postura dejó al descubierto tensiones políticas, posibles pactos ocultos y una desconexión preocupante con la ciudadanía.

El 7 de mayo de 2025, el Senado de la Nación Argentina rechazó por un solo voto la Ley de Ficha Limpia, que ya contaba con media sanción en la Cámara de Diputados. La iniciativa proponía impedir que personas condenadas por corrupción en segunda instancia accedieran a cargos electivos o funciones públicas. Con 36 votos a favor y 35 en contra, no se alcanzó la mayoría especial (37 afirmativos) exigida por el reglamento parlamentario para su aprobación.

El foco de la controversia recayó en los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, quienes cambiaron su voto a último momento y se alinearon con el kirchnerismo para rechazar el proyecto. Ambos pertenecen al Frente Renovador de la Concordia, espacio político conducido por Carlos Rovira, el principal referente del oficialismo provincial desde hace más de dos décadas.

Lo más llamativo fue que, semanas antes, la senadora Rojas Decut había defendido públicamente el proyecto, afirmando en el programa radial Segunda Página (FM 95.5, Posadas):

“Ficha Limpia tiene que salir, no es un capricho partidario. La sociedad la demanda. Es transversal a todas las fuerzas. El país se merece esta ley.”

Esa declaración fue el 5 de abril. Menos de un mes después, votó en contra. Ninguno de los dos senadores misioneros ofreció explicaciones públicas tras la sesión. El silencio fue absoluto.

Los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. 

¿Por qué cambiaron su voto?

La explicación no oficial llegó a través de medios nacionales. Según publicó Clarín, el cambio de postura se debió a una orden directa de Carlos Rovira, tras negociaciones con la Casa Rosada. La operación habría sido intermediada por Santiago Caputo, asesor clave del presidente Javier Milei.

Las interpretaciones apuntan a dos objetivos posibles:

  1. Proteger a Cristina Kirchner: evitar que una eventual condena firme en segunda instancia la inhabilite para competir electoralmente.
  2. Evitar un triunfo político del PRO: autor del proyecto. Según Infobae y El País, Milei no deseaba que el PRO capitalizara una victoria simbólica a meses de las elecciones.

La hipótesis más grave sugiere que el rechazo de Ficha Limpia fue parte de un pacto de impunidad entre sectores del kirchnerismo, el oficialismo libertario y fuerzas provinciales aliadas.

Reacciones políticas y sociales

El presidente Javier Milei calificó lo ocurrido como “lamentable” y acusó al Senado de defender los intereses de “la casta”. Desde Juntos por el Cambio, la diputada Silvia Lospennato —una de las autoras del proyecto— declaró que fue una “traición al pueblo”.

Desde el kirchnerismo, senadores y referentes celebraron el resultado como un freno a la “proscripción” de Cristina Fernández de Kirchner, considerando que el proyecto tenía motivaciones políticas.

En redes sociales, el hashtag #FichaLimpia fue tendencia nacional. La indignación ciudadana apuntó directamente contra los senadores misioneros, tildados de “funcionales al poder” y de “dar la espalda al pueblo”.

La Ley de Ficha Limpia es una de las iniciativas con mayor respaldo social en Argentina. Desde 2018, el movimiento ciudadano que la impulsa ha reunido más de 400.000 firmas. En Misiones, encuestas recientes señalaban que 7 de cada 10 ciudadanos apoyaban su aprobación.

El rechazo del proyecto va en contra de esa voluntad popular y refleja la persistente desconexión entre representantes y representados.

Por un voto, el Senado rechazó Ficha Limpia

El silencio que construye impunidad

Ni Sonia Rojas Decut ni Carlos Arce han explicado su decisión. El silencio institucional es total. En Misiones, sin embargo, las piezas del tablero político se comprenden mejor si se mira hacia su centro de gravedad: Carlos Rovira.

Dueño de la estructura política más longeva de la provincia, con influencia transversal en el Poder Legislativo, Judicial, medios de comunicación y empresas vinculadas al Estado, Rovira no necesita cargos visibles. Su poder opera en la sombra, pero define decisiones nacionales.

En ese entramado, medios locales como Blender TV y otros espacios vinculados a empresarios aliados evitan tratar el tema de fondo, reforzando la lógica de ocultamiento. Hay periodistas que lo saben y no lo dicen. Y ese silencio también tiene costo.

Lo sucedido con Ficha Limpia es más que un traspié legislativo. Es un símbolo del momento político que vivimos. Una senadora que un mes antes exaltaba la transparencia como valor, termina votando en silencio contra la ley que la garantizaba.

¿Para quién trabajan nuestros representantes? ¿Qué representa un voto que se niega a explicar su sentido? ¿Y qué responsabilidad tenemos nosotros, los ciudadanos, si seguimos permitiendo este tipo de maniobras sin consecuencias?

Hay nombres propios detrás de esta decisión. Pero también hay estructuras, pactos y silencios que la hicieron posible. Carlos Rovira operó, y sus senadores ejecutaron. El resto es relato, encubrimiento y oportunismo.

Por eso, cuando decimos “los misioneros no aprendimos nada”, no es solo por el resultado de una votación. Es porque seguimos tolerando que la voluntad ciudadana sea una ficha más en el juego de los poderosos. Y cada vez que eso pasa, la impunidad gana.

Desde la Redacción de El Faro News

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *