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Invierno crudo. Especialistas advierten por inminente pico respiratorio

Con guardias hospitalarias desbordadas y un incremento sostenido de consultas en todos los municipios de Misiones, especialistas alertan que las virosis invernales aún no han alcanzado su punto máximo, anticipándose una intensificación de los contagios en los próximos días. La prevención, la vacunación y evitar la automedicación son cruciales para mitigar el impacto en la población.

Informes médicos confirman una tendencia preocupante, señalando un aumento en las consultas tanto en guardias como en consultorios, y un incremento en las internaciones de lactantes durante el período de frío más intenso. Este fenómeno responde a la combinación de factores típicos de la temporada: el descenso de temperatura, el hacinamiento en espacios cerrados y la mayor circulación de virus estacionales. Contrario a la creencia popular sobre una «gripe fuerte», especialistas detallan que lo que se observa es un incremento de diversas virosis respiratorias, que pueden incluir distintos agentes como el virus de influenza A y el virus sincicial respiratorio. Estos producen síntomas similares: fiebre alta durante dos o tres días, malestar general, dolores musculares y, posteriormente, una tos persistente que puede durar semanas.

Es importante destacar que no se trata de una nueva cepa viral, sino del comportamiento esperable, donde la fiebre dura días, pero el daño en las vías respiratorias genera la tos prolongada. Asimismo, se advierte sobre la posibilidad de sobreinfecciones bacterianas que requieren antibióticos, enfatizando el grave problema que representa la automedicación y el abuso de estos medicamentos por la generación de resistencia bacteriana. Incluso, se han registrado casos de familias que cruzan la frontera para adquirir antivirales como el oseltamivir sin criterio médico, lo cual es desaconsejado.

Ante este panorama, la vacunación antigripal sigue siendo una herramienta clave para prevenir cuadros graves, y aún no es tarde para aplicarla, ya que comienza a actuar entre 7 y 10 días después. Se recomienda reforzar hábitos de prevención como ventilar los ambientes, especialmente en días soleados; mantener una alimentación saludable rica en frutas y verduras; evitar el contacto entre personas enfermas y grupos vulnerables como embarazadas y adultos mayores; y no enviar a los niños enfermos a la escuela. Aunque el brote de enfermedades respiratorias se anticipó este año, comenzando un mes antes de lo habitual según estudios especializados recientes, no se descarta un rebrote o una intensificación del número de casos hacia fines de julio, dado que el comportamiento de los virus se ha vuelto más impredecible tras la pandemia de COVID-19.

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