La inflación de octubre mostraría una nueva suba y se acercaría al 2,4%: alertan por un freno en la desaceleración
El Gobierno enfrenta una nueva señal de alerta en su objetivo de contener los precios. Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre, y las consultoras privadas prevén una aceleración que llevaría la inflación mensual a alrededor del 2,4%, tras el 2,1% registrado en septiembre.
Si se confirma esta cifra, el país volvería a los niveles de febrero, poniendo en duda la meta oficial de alcanzar una inflación “controlada” hacia mediados de 2026, como prometió el presidente Javier Milei.

Una suba impulsada por alcohol, tabaco y vivienda
Según la Fundación Libertad y Progreso (FLyP), alineada con la visión económica del Gobierno, la inflación de octubre habría alcanzado el 2,4%, impulsada por fuertes incrementos en alcohol, tabaco y vivienda.
“Octubre fue un mes donde se observó una aceleración en el nivel de precios, principalmente por los aumentos en alcohol y tabaco, que avanzaron fuerte en las primeras tres semanas del mes”, explicó Iván Cachanosky, economista jefe de la fundación.
En el mismo sentido, la consultora Eco Go proyectó una cifra similar, mientras que C&T Asesores Económicos, dirigida por Camilo Tiscornia, estimó una inflación del 2% en el Gran Buenos Aires (GBA), lo que implicaría una leve desaceleración, aunque insuficiente para revertir la tendencia.
El relevamiento de la consultora LCG, especializada en Alimentos y Bebidas, también detectó un repunte en los precios de lácteos, frutas y verduras, con una inflación promedio mensual de 3,3% en las últimas cuatro semanas y una inflación “punta a punta” de 3,6%.
Impacto del dólar y del contexto electoral
El mes de octubre estuvo atravesado por tensión cambiaria y clima electoral. El dólar mayorista llegó a tocar los $1.492 el 24 de octubre, en la previa a las elecciones legislativas, aunque luego retrocedió a $1.415 tras la victoria oficialista y las intervenciones coordinadas del Tesoro de Estados Unidos.
Pese a esas presiones, las consultoras coinciden en que el traspaso del tipo de cambio a precios fue limitado, una señal que el equipo económico interpreta como evidencia de que el esquema de bandas cambiarias “está funcionando”.
“El equilibrio fiscal permitió moderar la emisión monetaria y contener la inflación, pero aún no se logró quebrar el piso del 2% mensual”, explicó Julián Orué, economista de FLyP.
Expectativas y riesgos para los próximos meses
De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, la mediana de los analistas proyecta que la inflación de octubre será del 2,2%, y que podría descender levemente a 1,9% en noviembre antes de repuntar a 2% en diciembre, un mes tradicionalmente afectado por subas estacionales.
Los aumentos autorizados en luz y gas (3,8%), que se aplicarán tras las elecciones, podrían sumar presión al índice de noviembre.
Además, el mercado permanece atento a los rumores sobre la posible aceleración del ritmo de devaluación mensual, del 1% actual a 1,5%, algo que el Ministerio de Economía desmintió tras versiones surgidas durante el reciente viaje del ministro Luis Caputo a Estados Unidos.
“La inflación sigue mostrando resistencia a la baja. El desafío para el Gobierno será consolidar la estabilidad cambiaria y fiscal en un contexto de reacomodamiento político y de precios relativos”, advirtió Tiscornia, de C&T.
Un horizonte de cautela
Aun en el escenario más optimista, los analistas coinciden en que la inflación no perforará el 2% mensual antes de 2026. La promesa presidencial de erradicar la inflación “como problema económico” hacia mediados de ese año enfrenta, por ahora, un escenario de resistencia estructural.
En el corto plazo, el Ministerio de Economía busca que el dato de octubre no rompa la narrativa de estabilidad que Milei intenta consolidar tras su victoria electoral.
Pero los indicadores privados sugieren que el camino hacia la desinflación será más largo y accidentado de lo previsto.
