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PYMEs alertan por desplome del consumo

La Cámara Económica de Misiones advirtió que el consumo masivo cayó más del 11 % en junio, golpeando con fuerza al comercio minorista y a las pequeñas y medianas empresas. La contracción preocupa por su impacto en empleo, inversión y sostenibilidad del ecosistema emprendedor.



Un termómetro preocupante para la economía provincial

El último informe de la Cámara Económica de Misiones encendió las alarmas: las ventas mayoristas y minoristas cayeron un 11,2 % interanual en junio, en línea con un retroceso nacional que afecta sobre todo a productos de consumo masivo como alimentos, bebidas y artículos de limpieza. La señal preocupa porque se trata de rubros básicos, sensibles al poder adquisitivo de los hogares.

Los comerciantes advierten que la contracción no es solo estacional, sino parte de una tendencia de ajuste sostenido que combina inflación alta, salarios rezagados y encarecimiento del crédito. “Estamos en un piso histórico de consumo. La gente compra lo justo y necesario, y eso se refleja en nuestras cajas”, resumió un empresario de Posadas durante la presentación del informe.

Para el entramado emprendedor, este dato actúa como un termómetro: si cae la demanda de productos esenciales, el desafío es redoblar estrategias de fidelización, eficiencia de costos y diversificación de ingresos.


PYMEs en la cuerda floja: ajustes y reconversión

El impacto más fuerte recae sobre las PYMEs y comercios familiares, que son la base del tejido económico provincial. La caída en ventas erosiona capital de trabajo y complica el pago de salarios y proveedores. Muchas empresas están recurriendo a medidas defensivas: reducción de horarios, renegociación de alquileres y mayor selectividad en la reposición de stock.

La Cámara Económica advierte que la falta de liquidez ya empieza a reflejarse en incumplimientos financieros y en un aumento de cheques rechazados, fenómeno que tensiona la cadena de pagos. A su vez, se observa una retracción de inversiones: proyectos de ampliación o modernización fueron postergados hasta contar con un escenario de mayor previsibilidad.

Sin embargo, la crisis también está funcionando como catalizador de cambios. Emprendedores del sector alimentario están incorporando estrategias de venta directa —delivery propio, ferias barriales, plataformas online— para reducir intermediarios y llegar con precios más competitivos al consumidor. Otros diversifican con servicios adicionales (paquetes de suscripción, combos familiares, “clubes de compras”) que aseguran ingresos recurrentes en un contexto incierto.


Claves para surfear la contracción desde la mirada emprendedora

Frente a un escenario de demanda débil, los expertos recomiendan a emprendedores y PYMEs aplicar tres líneas de acción:

  1. Gestión de costos inteligente: monitorear márgenes con lupa, renegociar contratos con proveedores y reducir inventario de baja rotación. En tiempos de consumo retraído, el capital inmovilizado es riesgo.
  2. Fidelización digital y segmentada: reforzar comunicación por WhatsApp, redes sociales y programas de puntos. En un mercado chico, retener a cada cliente vale más que salir a conquistar nuevos.
  3. Alianzas estratégicas: asociarse con otros emprendedores para compartir logística, locales o campañas conjuntas. El consumidor valora precios accesibles, pero también experiencias colaborativas y cercanas.

De cara a los próximos meses, la expectativa se centra en el repunte que puedan traer los programas de financiación como “Ahora Misiones” y en una eventual recuperación salarial que devuelva oxígeno al consumo. Mientras tanto, la resiliencia y la creatividad seguirán siendo el diferencial de quienes logren mantenerse de pie en medio de la tormenta.

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