Retenciones 0% al campo: cómo funcionará la eliminación temporal de los derechos de exportación para granos y carnes
En un intento por dinamizar el flujo de divisas y estimular el sector agroexportador, el Gobierno argentino oficializó este lunes la eliminación temporal de los derechos de exportación para más de 70 productos agroindustriales. La medida, publicada en el Boletín Oficial, establece una alícuota de 0% hasta el 31 de octubre de 2025, o hasta completar un cupo de 7.000 millones de dólares en Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE).
El paquete alcanza cereales, oleaginosas, aceites, carnes, alimentos procesados y productos químicos de origen agrícola. Según la administración de Javier Milei, el objetivo es aumentar la competitividad internacional, acelerar el ingreso de divisas y brindar previsibilidad a los productores en medio de un escenario económico volátil.

Condiciones estrictas y fiscalización reforzada
La normativa impone condiciones claras para acceder al beneficio: los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas en un plazo máximo de tres días hábiles desde la presentación de la DJVE. Quienes incumplan serán excluidos automáticamente del régimen y volverán a tributar según la alícuota histórica.
La fiscalización estará a cargo de un esquema coordinado entre el Banco Central, la Secretaría de Agricultura y la recientemente creada Agencia de Recaudación y Control Aduanero, que podrán emitir regulaciones complementarias para garantizar la transparencia del proceso.
Además, no podrán acogerse al beneficio aquellas empresas que hayan registrado sus DJVE antes de la entrada en vigencia del decreto, lo que busca evitar maniobras especulativas o retroactivas.
Los productos beneficiados: del trigo al biodiésel
El decreto incluye un extenso listado de posiciones arancelarias que abarcan más de 70 productos, entre ellos:
- Granos: trigo, maíz, cebada, sorgo y soja (incluidas variantes para siembra).
- Subproductos: harinas, sémolas, gluten, maltas y féculas.
- Aceites: de soja, girasol y maíz, tanto en bruto como refinados.
- Carnes y lácteos: carne bovina y aviar, menudencias, productos lácteos seleccionados.
- Alimentos procesados y especiales: margarinas, preparados proteicos, alimentos infantiles y suplementos.
- Productos para alimentación animal: tortas de oleaginosas, salvados, residuos vegetales y alimentos balanceados.
- Compuestos industriales: glucosas, fructosas, sorbitol, lecitinas, glicerina y biodiésel.
El criterio de inclusión apunta a potenciar toda la cadena de valor agroindustrial, incluyendo sectores intermedios como el de insumos alimentarios, harinas y derivados del maíz y la soja.
Impacto económico y reacciones
La medida fue recibida con entusiasmo en el interior productivo, especialmente en las economías regionales afectadas por las retenciones. Las entidades agropecuarias celebraron la decisión, aunque reclamaron que el beneficio se extienda más allá del cupo y del plazo previsto. Para muchas cooperativas y medianos productores, la rebaja puede significar un alivio fiscal inmediato y una mejora en la rentabilidad.
Por otro lado, analistas económicos advierten que el impacto será acotado si no se estabiliza el tipo de cambio y se corrigen las distorsiones macroeconómicas. También señalan que el tope de 7.000 millones en DJVE podría agotarse rápidamente, en especial si grandes exportadores concentran la operatoria en los primeros meses.
Un movimiento táctico en medio de tensiones cambiarias
La decisión del Ejecutivo se inscribe en un contexto de presión financiera, escasez de reservas y tensiones cambiarias. En los últimos días, el dólar paralelo y los tipos de cambio financieros mostraron movimientos alcistas, reflejando dudas sobre la capacidad del Gobierno de sostener el equilibrio fiscal sin ingresos por retenciones.
El beneficio fiscal, si bien transitorio, también funciona como un incentivo para anticipar exportaciones y fortalecer el ingreso de divisas antes de fin de año, cuando se espera una renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y vencimientos clave de deuda externa.
¿Qué sigue?
El Ministerio de Economía no descartó nuevas medidas de alivio sectorial en los próximos meses. La estrategia oficial apunta a recomponer la confianza del campo, uno de los sectores históricamente críticos del poder central, y convertirlo en un motor de recuperación económica.
Por ahora, el desafío será equilibrar la necesidad de ingresos fiscales con la búsqueda de mayor volumen exportador, en una economía donde cada dólar cuenta. La eliminación de retenciones abre un capítulo clave en la relación entre el Estado y el agro, que será medido tanto en dólares como en confianza.