River eliminó a Racing y está en semifinales de Copa Argentina: Maxi Salas, el gol del morbo
Con un tanto del ex Academia y en un clima caliente, el Millonario venció 1-0 y enfrentará a Independiente Rivadavia.
En un Gigante de Arroyito con las emociones a flor de piel y las tribunas encendidas desde el arranque, River Plate venció 1-0 a Racing Club y se clasificó a las semifinales de la Copa Argentina. El único gol del partido fue obra de Maximiliano Salas, el delantero que dejó la Academia en medio de una polémica transferencia al Millonario y que, como si el guion lo exigiera, terminó siendo el protagonista de la noche.
La tensión se palpaba desde antes del pitazo inicial. La salida de Salas en el último mercado, mediante la ejecución de una cláusula de rescisión de 8 millones de euros, aún duele en Avellaneda. La hinchada lo dejó claro con cánticos de “traidor” que bajaron desde los cuatro costados. El propio jugador respondió en el campo: anotó a los 4 minutos tras una gran asistencia de Colidio y no festejó, aunque tampoco se privó de mirar a sus excompañeros con media sonrisa.
Un partido caliente, dentro y fuera del campo
Más allá del gol madrugador, el encuentro fue áspero, disputado, con momentos de buen fútbol pero también cargado de tensión. River dominó el primer tramo del partido, pero luego se replegó y apostó al contragolpe. Racing tuvo ocasiones, especialmente en los pies de Adrián “Maravilla” Martínez, pero se topó con un Armani seguro y una defensa que se agigantó en los momentos críticos.
El segundo tiempo fue más trabado, con varias interrupciones, bengalas que obligaron a detener el juego y roces cada vez más intensos. Marcos Acuña desató una ola de reproches con una innecesaria “sobrada” de jueguitos con la cabeza, lo que derivó en empujones, gritos y amarillas múltiples. El defensor de River, otro ex Racing, terminó envuelto en una pelea generalizada junto a Salas y Agustín Almendra.
La frutilla del postre llegó con la expulsión de Maravilla Martínez, que vio la segunda amarilla por un codazo a Lucas Martínez Quarta. Racing quedó con diez y sin poder ofensivo real para los minutos finales.
Gallardo respira y se ilusiona
Para Marcelo Gallardo, que atraviesa una de sus etapas más difíciles al frente de River, el triunfo representa algo más que un pase de ronda: es una bocanada de aire tras la eliminación en la Copa Libertadores y una seguidilla de derrotas que habían puesto al equipo bajo el microscopio. Con el boleto a semifinales asegurado, ahora deberá medirse ante Independiente Rivadavia, revelación del torneo que viene de eliminar a Tigre.
El Millonario no jugó su mejor partido, pero mostró solidez, carácter y, sobre todo, oportunismo. En un torneo como la Copa Argentina, eso alcanza para seguir soñando.
Racing, entre la frustración y la bronca
Del lado de Racing, el sabor es amargo. Pese a una buena campaña en la Copa Libertadores, donde espera semifinales ante Flamengo, el equipo de Gustavo Costas no logra encaminarse en el plano local. La eliminación en Copa Argentina duele, no solo por el resultado sino por la forma: con un ex jugador como verdugo y con expulsión incluida para su principal referente ofensivo.
La reacción airada del entorno racinguista, incluido un cruce verbal entre el hijo del DT, Gonzalo Costas, y Acuña, refleja la temperatura emocional que dejó el encuentro. “Es un desagradecido, ahora que es campeón del mundo se olvida de dónde salió”, gritó el joven Costas, en un comentario que sintetiza el estado de ánimo de la Academia.
Lo que viene
River enfrentará en semifinales a Independiente Rivadavia. Por la otra llave, resta definirse el cruce entre Newell’s y Belgrano, de donde saldrá el rival de Argentinos Juniors. Mientras tanto, el fútbol argentino, impredecible y pasional como siempre, vuelve a confirmar que ningún libreto supera lo que ocurre en el césped.
