Vapeo en Argentina. ¿Más prohibiciones o regulación inteligente?
Un nuevo proyecto de ley busca endurecer las restricciones al vapeo en Argentina, especialmente para proteger a los jóvenes. Sin embargo, organizaciones de usuarios advierten que profundizar un modelo prohibicionista ya fracasado solo empujará el mercado a la informalidad, dificultando el control y el acceso de adultos a alternativas menos dañinas.
Proyecto en el senado: ¿Un camino ya recorrido?
El Senado de la Nación ha puesto en la mira los productos de vapeo con una propuesta legislativa que busca reforzar las limitaciones existentes. Entre las medidas destacadas se incluye la prohibición explícita de venta o entrega gratuita a menores, con sanciones severas para quienes incumplan, y un veto total a la exhibición, publicidad y promoción de estos productos. La iniciativa se justifica en la creciente preocupación por el uso de vapeadores entre adolescentes, citando posibles daños a la salud y adicción. Sin embargo, la paradoja es que Argentina ya prohíbe la venta y distribución de estos productos desde hace más de una década, una medida que, según organizaciones como Vapeo Responsable, no ha logrado impedir su consumo masivo y ha empujado el mercado a una peligrosa informalidad, sin ningún tipo de control o trazabilidad.
El costo de la falta de información y control
Uno de los puntos más polémicos del proyecto es la prohibición absoluta de toda publicidad y promoción. Para los defensores de la regulación, esta medida no solo coarta la libertad de información, sino que impide a miles de adultos fumadores conocer la existencia de alternativas consideradas significativamente menos dañinas que el cigarrillo tradicional, hasta en un 95% según algunos estudios, y que además resultan ser herramientas eficaces para dejar de fumar. Al no existir un marco legal claro para el acceso de adultos a estos productos, se fortalece el «mercado negro», donde los menores encuentran vía libre para conseguirlos sin ninguna verificación de edad ni control sanitario sobre lo que consumen. La experiencia indica que mientras no exista un mercado regulado y transparente, la informalidad seguirá siendo la norma, dejando al Estado sin herramientas efectivas para fiscalizar el acceso, especialmente el de los jóvenes.
La propuesta: tiendas especializadas y regulación inteligente
Frente a este panorama, desde la campaña Vapeo Responsable se propone un enfoque alternativo: la creación de tiendas especializadas para la venta de productos de vapeo. Este modelo, ya implementado en otros países, permitiría asegurar que solo los mayores de edad accedan a estos productos mediante la verificación de documentos, ofrecería información responsable sobre su uso y garantizaría la venta de productos con controles de calidad y trazabilidad. Los promotores de esta idea argumentan que una regulación moderna debe incluir canales de venta fiscalizados que, lejos de ser un permiso, serían la única vía para erradicar el mercado informal y proteger realmente a los menores. Miles de ciudadanos ya se han sumado a una petición que busca impulsar esta «regulación inteligente», buscando una política basada en la evidencia científica y la reducción de daños.