Yerba mate contra el dengue: científicos misioneros desarrollan un antiviral natural
Un equipo de investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) podría estar a punto de convertir a la yerba mate, emblema cultural y productivo del Litoral argentino, en una herramienta poderosa contra el virus del dengue. El proyecto, liderado por la bioquímica y doctora en Biotecnología Karina Salvatierra, busca desarrollar un antiviral natural a base de un flavonoide presente en la planta, que inhibe la replicación del virus en estudios de laboratorio.

Karina Salvatierra, docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM e investigadora del CONICET.
Un hallazgo con raíces locales
El interés de Salvatierra por encontrar soluciones frente al dengue comenzó en 2015, tras un fuerte brote epidémico en Misiones. A partir de entonces, su trabajo se enfocó en investigar plantas medicinales autóctonas que pudieran contener compuestos bioactivos con potencial antiviral.
“La idea fue buscar principios activos o metabolitos que estén en plantas nativas. Encontramos un flavonoide presente en la yerba mate, que es abundante y parte de nuestra identidad productiva”, explicó la investigadora, que también es Magister en Biología Molecular, Cirugía Tropical y Genética.
La elección de la yerba mate no fue casual: además de su valor simbólico y consumo masivo, se trata de un cultivo con fuerte presencia en Misiones y Corrientes, lo que facilitaría su producción a escala si el antiviral llega al mercado.
Estudios prometedores: el virus se detiene
Una vez identificado el flavonoide, el equipo de investigación logró extraerlo en formato de polvo a través de la Agencia Misionera de Innovación. Luego, se llevaron a cabo ensayos in vitro en cultivo celular, donde se expuso el virus del dengue al extracto de yerba mate.
“El extracto mostró inhibición de la replicación viral. Es decir, detiene el crecimiento del virus dentro de las células. Es un avance muy prometedor”, celebró Salvatierra.
Además, se realizaron ensayos de citotoxicidad, con el objetivo de determinar qué dosis es segura para el consumo humano. “Se trata de definir la concentración que sea eficaz sin ser tóxica. Y esos resultados también fueron positivos”, señaló.
El próximo paso: producción y aprobación
Con los ensayos iniciales superados, el equipo busca ahora escalar la producción del extracto del flavonoide y preparar una fórmula que podría comercializarse como polvo o en cápsulas. Este antiviral no sería una vacuna, pero podría funcionar como un complemento terapéutico o preventivo frente al dengue, especialmente útil en zonas endémicas.
“Nos falta financiación para la etapa final y atravesar el proceso regulatorio, que incluye la aprobación por parte de la ANMAT. Si todo va bien, estimamos que el producto podría estar listo dentro de un año y medio”, adelantó la investigadora.
Ciencia aplicada desde la región
El proyecto refleja cómo la ciencia desarrollada en el interior del país puede dar respuestas concretas a problemas urgentes. En este caso, una enfermedad como el dengue, que afecta año a año a miles de personas en el norte argentino, podría ser combatida con un recurso tan cotidiano como la yerba mate.
“Más allá del potencial comercial, lo importante es sumar una herramienta nueva en la lucha contra el dengue, usando un producto natural y de origen local. Esa es nuestra mayor motivación”, concluyó Salvatierra.